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Mostrando entradas de febrero, 2009

Los Hlysty

Los Hlysty (Хлысты) fueron una secta que surgió en Rusia en 1631 cuando Danila Filippovich decidió interpretar las Sagradas Escrituras de una manera diferente a como lo hacía la Iglesia Ortodoxa rusa. Parece ser que sus orígenes se remontan unos cuatro siglos antes cuando era común en Europa la aparición de monjes que predicaban la flagelación como método de salvación divina ante el pecado. Estos movimientos llegaron también a Rusia. El término Hlysty viene a significar en ruso “flagelo” o “látigo”, y es que parece que el dolor era algo fundamental para los seguidores de la secta. Sus miembros fueron conocidos como “Gente de Dios”, “Hermanos de la Cruz” o “Portadores de la Cruz”. También eran conocidos como los miembros de la secta de “los flagelantes o azotados”. Doctrina Como ya hemos dicho hubo movimientos sectarios que predicaban el sufrimiento durante toda la Edad Media. En Francia se iniciaron algunos de estos movimientos que llegaron a tener cierta importancia. Sin duda alguna

La máquina Enigma fue usada por el bando Nacional en la Guerra Civil española

Gracias a numerosas investigaciones, libros y películas hoy en día conocemos lo que supuso la máquina Enigma durante la II Guerra Mundial . Estas máquinas sirvieron al ejército del III Reich para cifrar los mensajes que fueron el quebradero de cabeza de la inteligencia aliada que interceptaba comunicaciones sin ningún sentido aparente. Un equipo de periodistas del conocido diario madrileño El País ha estado investigando en el Cuartel General del Ejército de Tierra sito en el Palacio de Buenavista, en Madrid, y la labor ha tenido sus frutos: han encontrado unas cajas de madera con máquinas Enigma en ellas. Parece ser, según cuenta la noticia, que las máquinas están en buen estado. Como mucho otro armamento, el III Reich probó la máquina Enigma en la Guerra Civil española. Obviamente, los que lucharon contra el bando nacional no tuvieron ni los medios ni el tiempo del que sí gozaron los aliados en la II Guerra Mundial y lucharon contra una máquina que parecía perfecta. Sin embargo las