Hace unos años que Semir Osmaganić, un supuesto arqueólogo balcánico ciudadano de la república de Bosnia muy criticado por sus dudosos métodos científicos, afirma que en la pequeña ciudad de Visoko (Bosnia Herzegovina, a unos 30 kilómetros al Norte de Sarajevo) está enterrada una pirámide, la más grande y antigua de Europa, bajo la colina de Visocica.
La ciudad de Visoko tiene bastantes restos arqueológicos ya que fue residencia de uno de los antiguos reyes locales. Osmaganić está trabajando con su equipo en la zona para tratar de probar su teoría. Al parecer han encontrado bloques de piedra y varios túneles subterráneos. Nađa Auki, una geóloga que trabaja para Osmaganić, dice haber encontrado pruebas de que el terreno ha sido modificado por el hombre, dando viabilidad a la hipótesis de la pirámide.
La ciudad de Visoko tiene bastantes restos arqueológicos ya que fue residencia de uno de los antiguos reyes locales. Osmaganić está trabajando con su equipo en la zona para tratar de probar su teoría. Al parecer han encontrado bloques de piedra y varios túneles subterráneos. Nađa Auki, una geóloga que trabaja para Osmaganić, dice haber encontrado pruebas de que el terreno ha sido modificado por el hombre, dando viabilidad a la hipótesis de la pirámide.
Osmaganić parece contar con medios económicos, ya que asegura que ha tomado fotos desde satélite que ratifican sus teorías.
Según los estudios de Osmaganić la presunta pirámide tiene un acceso de piedras que forman una escalera que llega a la cúspide de la presunta pirámide, situada a unos 100 metros de altura. Osmaganić asegura que el monte Visocica no puede haberse creado por la naturaleza con una forma tan geométricamente perfecta y con sus cuatro caras orientadas perfectamente a los puntos cardinales.
Pero lo cierto es que, hasta lo que se sabe, las hipótesis de Osmaganić no tienen muchas probabilidades de ser ciertas. No se conoce ninguna civilización en la zona que haya podido tener la habilidad de construir dicha pirámide. Además, Osmaganić ha declarado que la pirámide debe tener unos 12.000 años de antigüedad, algo insostenible por varios motivos ya que por aquel entonces la era glaciar afectaba a la región de una manera importante y era imposible que los hombres estuviesen capacitados para crear tal tipo de monumento, que incluso hoy en día sería difícil de contruir.
La situación no pasaría de ser una mera anécdota y un reclamo turístico muy beneficioso para la región. El problema son las denuncias que está recibiendo Osmaganić, ya que muchos de sus detractores dicen que las excavaciones están dañando verdaderos restos arqueológicos, como un posible cementerio con más de cinco siglos de antigüedad, incluso restos romanos e ilíricos.
Lo cierto es que Osmaganić está muy mal visto por gran parte de la comunidad arqueológica por supuestas declaraciones suyas un poco fuera de la ortodoxia. Osmaganić dice tener pruebas pero no ha expuesto ninguna de ellas de manera contundente.
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