Ladrones de lluvia

Desde hace más de dos décadas se viene denunciando un misterioso caso en la Península Ibérica. Al parecer, cada vez que se aproxima una tormenta de granizo a ciertas zonas de la región, sobrevuelan los cielos unas avionetas que, según cuentan los lugareños, nadie sabe de dónde provienen, o quizá sí, y las nubes desaparecen.

Técnica empleada:
Según cuentan los denunciantes, los aviones llevan cargas de yoduro de plata. El yoduro de plata puede ser lanzado a las nubes de tres maneras: El citado empleo de avionetas, la quema del producto con acetona en unos generadores que mandan emisiones a las nubes, y el lanzamiento de cohetes con la carga desde el suelo.

Esta técnica lleva siendo empleada con éxito desde finales de la década de los cincuenta. El bombardeo de nubes con yoduro de plata no es efectivo al cien por cien, pero si tiene un alto nivel de éxito, sobre todo si se practica en las condiciones óptimas. Se sabe que ha sido empleado en Israel y en EE. UU., así como su uso común en China y en la U.R.S.S.

Su principal utilidad era la de generar nubes de lluvia, aunque, como mencionamos, también se puede emplear para modificar una nube de tormenta hasta disiparla.

Las condiciones adecuadas para el uso del yoduro de plata, al parecer, son entre mayo y octubre, y especialmente en julio y agosto, época en la que en las regiones citadas se produce la mayor intensidad de tormentas de granizo.

Zonas más afectadas:
En la Península, la mayor parte de las tormentas de granizo vienen desde el Oeste, siendo atacadas las nubes que se dirigen en dirección Este. Los casos más paradigmáticos son Extremadura y Soria (Castilla). En Extremadura se aprovecha la frontera con Portugal para eludir la ley de aviación y disipar las nubes antes de alcanzar tierras extremeñas. En Soria, los aviones saldrían de la base aérea de Morón, Zaragoza (Aragón), y atacarían a las nubes para evitar los granizos en el Valle del Ebro.

Pero también hay denuncias en Jaén (Andalucía), cuyas principales asociaciones de agricultores arremeten contra la falta de lluvia y la desaparición de nubes para que no afecten al regadío de Murcia y Almería (Andalucía). En este caso la base de dónde saldrían los vuelos sería la base de Los Llanos, en Albacete (La Mancha).

Conspiraciones sobre quién está detrás de estos supuestos hechos:

• El granizo estropea las cosechas, causando pérdidas a los agricultores de regadío, siendo estos los principales promotores de los “vuelos fantasma”.
• Las empresas automovilísticas que aparcan los vehículos recién fabricados en grandes explanadas al aire libre. Los efectos de un fuerte granizo en las lunas de los automóviles expuestos a la intemperie serían muy perniciosos para estas empresas.
• Las compañías aseguradoras que verían como los granizos elevarían las reclamaciones por daños sobre bienes asegurados, disminuyendo su cuenta de resultados.

A pesar de todo esto, en Aragón, por ejemplo, niegan el empleo de yoduro de plata en cohetes lanzados desde aviones, aunque sí reconocen haberlos empleado desde el suelo.

Consecuencias del yoduro de plata:
Al parecer, esta técnica no evitaría la lluvia, sólo transformaría el granizo en lluvia fina ya que el yoduro de plata favorecería la condensación. En el Estado Español está prohibido el uso de esta técnica, y más en avionetas. En Mendoza (Argentina) es común su uso.

Aunque la plata no es tóxica, en ciertas dosis podría llega a propiciar la aparición de cáncer, así que por este punto de vista, el ataque de las nubes con yoduro de plata, tampoco es recomendable para la salud.

El efecto sobre la fauna y la flora también puede ser ligeramente perjudicial, así como el rociar con sustancias químicas áreas muy grandes de terreno. Pero quizá el efecto más pernicioso es la modificación del régimen de lluvias, que puede llegar a la desertificación de una región determinada si no se deja que la naturaleza actúe de manera normal.