Según cuentan las agencias de noticias, ha sido hallado el posible lugar donde la loba “Luperca” amamantó a Rómulo y Remo. Según la tradición latina, Rómulo y Remo fueron abandonados en un cesto dentro del río Tíber, pero la suerte (o el destino) les llevó a la orilla donde una loba les alimentó.
A Rómulo y Remo se les atribuye la fundación de la ciudad de Roma, de ahí la importancia del hallazgo. El lugar es una gruta de unos ocho metros de altura a dieciséis metros de profundidad en la colina del Palatino. Se sabe que en la Roma Clásica este lugar fue venerado por los romanos, aunque se perdió su rastro. En la época, era conocido como “Lupercale”, en honor al nombre de la loba.
El lugar ha sido redescubierto gracias a los trabajos de restauración de la casa de Octavio Augusto. A pesar del hallazgo, se tienen que seguir los trabajos de restauración minuciosamente ya que si ahora se centrasen en buscar accesos a la gruta podría correr el peligro de venirse abajo.
La gruta está bien adornada con mosaicos, frescos y otros elementos decorativos. Lo que más llama la atención es la presencia de un águila imperial blanca en la parte superior de la gruta. Este es el principal indicio de que se ha encontrado el Lupercale. Según se comenta, hay textos que aseguran que Octavio construyó su residencia cerca de la cueva, ya que él se consideraba un nuevo Rómulo, y que la mandó decorar con el águila, símbolo de su imperio.
A pesar de todos los indicios, todavía no se puede asegurar del todo que realmente sea el lugar, ya que las principales teorías anteriores al hallazgo pensaban que debería estar más hacia el oeste.
Detrás de la leyenda
El rey Numitor de los latinos, fue derrocado por su hermano Amulio. Nada más llegar al poder, se encargó de que su hermano no tuviera descendencia matando a todos su hijos varones y obligando a su hija Rhea Silvia a ser vestal. Marte dejó encinta a Rhea Silvia y Numitor, para salvar la vida de su hija, decidió arrojar a sus nietos al Tíber.
Este es el supuesto origen de los hermanos gemelos amamantados por Luperca. Como toda buena leyenda indoeuropea, el destino encauzó a los hermanos a vengarse de Amulio y restaurar el “orden lógico” de la dinastía.
La leyenda continúa con la fundación de Roma en el año 753 antes de la era común trazando su perímetro con un arado y el posterior “ajusticiamiento” de Remo por parte de Rómulo tras violar dicho perímetro.
Cómo en otros muchos casos, se ha intentado dar una interpretación menos ”increible” al mito de Rómulo y Remo. Así, asumiendo la historicidad de los hermanos, su abuelo no los abandonó en el Tíber, sino que los cedió a una matrona, posiblemente, prostituta ya que la tradición romana calificaba “lobas” a las meretrices.
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