La piedra filosofal o elixir de vida es una sustancia mitológica perseguida por los alquimistas de todas las épocas y lugares. Según la leyenda tiene la capacidad de transformar metales en oro o plata, así como ser la panacea para curar enfermedades. Hubo muchos que le otorgaron el poder de conceder la inmortalidad. Por estas propiedades la búsqueda de la Piedra Filosofal ha sido la tarea primordial de todos los investigadores de la Alquimia.
Obviamente no se ha encontrado la Piedra Filosofal. Unos dirán que porque no existe y otros porque el que la encuentre no cometerá el error de mencionarlo, sólo la usará. Por esta razón se han vertido mil historias acerca de la forma que tiene la Piedra Filosofal. Según la versión que investiguemos podremos ver como la sustancia pasa de ser un polvo mineral, una simple piedra o un gas o luz.
Propiedades de la Piedra Filosofal:
El imaginario colectivo de los alquimistas presentaba diversos aspectos que podría tener la Piedra Filosofal. Parece comúnmente aceptado que sería un polvo cristalino, parecido a la sal, pero de color rojo o amarillo. Según los comentarios que nos han llegado, podría brillar en la oscuridad.
Este aspecto variaba según el grado de perfección que tuviera la sustancia. Siendo un rojo más intenso cuanto más perfecto. Los alquimistas presentaban a la Piedra Filosofal como una materia muy densa, con un peso mucho mayor al que parecería tener por su aspecto.
Como ya hemos mencionado, se creía que la Piedra Filosofal otorgaba una serie de poderes alquímicos. Todos estos poderes tenían como fin el eliminar las impurezas de la naturaleza y, por ello, su actuación se podía dividir según actuara en cada uno de los tres reinos de la naturaleza:
Pero quizá la principal propiedad de la Piedra Filosofal era su capacidad para otorgar a su portador el conocimiento. Este conocimiento sería principalmente de índole espiritual, algo así como la fórmula del sentido de la vida.
Los siete principios:
Según los principios de la Alquimia, toda materia está formada por una combinación de los cuatro elementos: agua, aire, fuego y tierra. Bajo esta creencia se pensaba que un cambio en las cualidades de un metal a través de esos cuatro elementos se podría transmutar la materia y obtener metales preciosos a partir de otros de menos valor.
Este axioma era la base de actuación de la Piedra Filosofal. Cada elemento, o sustancia, estaba compuesto por tres partes, que a su vez estaban relacionados con tres materiales: azufre, mercurio y sal. Las cuatro sustancias y estos tres materiales formaban un conjunto que los alquimistas conocían como los siete principios fundamentales.
La Piedra Filosofal purificaría estos materiales alterando su combinación y permitiendo la transmutación de la materia. La modificación de los siete principios sería la base de la alquimia. Cada principio tendría asignado una función o carácter y la modificación de un principio determinado tendrá consecuencias relativas a ese carácter.
La Piedra Filosofal como metáfora de la vida:
Muchos investigadores que se han acercado al misterio de la Piedra Filosofal han creído ver en los textos más antiguos que la mencionan un mensaje metafórico. Esto pondría a la sustancia en el papel de leyenda moralizante y no en el de ente físico real.
Aceptando esta teoría hermética se cree que la búsqueda de la Piedra Filosofal que mencionan algunas escrituras iría encaminada a la búsqueda del perfeccionamiento espiritual, es decir, el transformar la mentalidad humana que se centra en la parte material y corpórea del hombre, la parte que se oxida y aja por el envejecimiento de la misma forma que lo hacen la mayoría de los metales, en una mentalidad que se centre en el alma, la parte espiritual del hombre que es eterna y no se oxida, como el oro.
Maldición:
Hay leyendas que dicen que la sustancia está maldita. De hecho la Piedra Filosofal, según esta teoría, castigaría su uso. Es fácil ver que la posesión de la sustancia pueda acarrear una exaltación de la codicia y de otras características que desde hace siglos han estado mal vistas por la sociedad. El mito arquetipo del poder que oscurece el alma cuanto más se ejerce a través de la corrupción de lo espiritual por lo material.
Propiedades de la Piedra Filosofal:
El imaginario colectivo de los alquimistas presentaba diversos aspectos que podría tener la Piedra Filosofal. Parece comúnmente aceptado que sería un polvo cristalino, parecido a la sal, pero de color rojo o amarillo. Según los comentarios que nos han llegado, podría brillar en la oscuridad.
Este aspecto variaba según el grado de perfección que tuviera la sustancia. Siendo un rojo más intenso cuanto más perfecto. Los alquimistas presentaban a la Piedra Filosofal como una materia muy densa, con un peso mucho mayor al que parecería tener por su aspecto.
Como ya hemos mencionado, se creía que la Piedra Filosofal otorgaba una serie de poderes alquímicos. Todos estos poderes tenían como fin el eliminar las impurezas de la naturaleza y, por ello, su actuación se podía dividir según actuara en cada uno de los tres reinos de la naturaleza:
- Reino mineral: La famosa capacidad de transmutar metales vulgares en oro o plata. Estos materiales se consideraban puros frente a otros como el hierro o el plomo.
- Reino animal: La Piedra Filosofal sería capaz de curar todas las enfermedades, tanto de animales como del hombre. Se trataría de la panacea universal, pudiendo llegar hasta a conceder la inmortalidad
- Reino vegetal: Provoca el crecimiento de las plantas, les cura las enfermedades y evita el ataque de plagas.
Pero quizá la principal propiedad de la Piedra Filosofal era su capacidad para otorgar a su portador el conocimiento. Este conocimiento sería principalmente de índole espiritual, algo así como la fórmula del sentido de la vida.
Los siete principios:
Según los principios de la Alquimia, toda materia está formada por una combinación de los cuatro elementos: agua, aire, fuego y tierra. Bajo esta creencia se pensaba que un cambio en las cualidades de un metal a través de esos cuatro elementos se podría transmutar la materia y obtener metales preciosos a partir de otros de menos valor.
Este axioma era la base de actuación de la Piedra Filosofal. Cada elemento, o sustancia, estaba compuesto por tres partes, que a su vez estaban relacionados con tres materiales: azufre, mercurio y sal. Las cuatro sustancias y estos tres materiales formaban un conjunto que los alquimistas conocían como los siete principios fundamentales.
La Piedra Filosofal purificaría estos materiales alterando su combinación y permitiendo la transmutación de la materia. La modificación de los siete principios sería la base de la alquimia. Cada principio tendría asignado una función o carácter y la modificación de un principio determinado tendrá consecuencias relativas a ese carácter.
La Piedra Filosofal como metáfora de la vida:
Muchos investigadores que se han acercado al misterio de la Piedra Filosofal han creído ver en los textos más antiguos que la mencionan un mensaje metafórico. Esto pondría a la sustancia en el papel de leyenda moralizante y no en el de ente físico real.
Aceptando esta teoría hermética se cree que la búsqueda de la Piedra Filosofal que mencionan algunas escrituras iría encaminada a la búsqueda del perfeccionamiento espiritual, es decir, el transformar la mentalidad humana que se centra en la parte material y corpórea del hombre, la parte que se oxida y aja por el envejecimiento de la misma forma que lo hacen la mayoría de los metales, en una mentalidad que se centre en el alma, la parte espiritual del hombre que es eterna y no se oxida, como el oro.
Maldición:
Hay leyendas que dicen que la sustancia está maldita. De hecho la Piedra Filosofal, según esta teoría, castigaría su uso. Es fácil ver que la posesión de la sustancia pueda acarrear una exaltación de la codicia y de otras características que desde hace siglos han estado mal vistas por la sociedad. El mito arquetipo del poder que oscurece el alma cuanto más se ejerce a través de la corrupción de lo espiritual por lo material.
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