El calendario maya fue utilizado por todas las civilizaciones de Mesoamérica, por ello es difícil saber que civilización fue la primera en usarlo, pero parece ser que son los mayas quienes tienen mayor consenso como sus primeros usuarios.
Se cree que empezó a utilizarse durante el primer milenio de nuestra era, en un periodo impreciso entre el siglo III y el X, para representar la ubicación temporal de eventos astronómicos y religiosos de importancia para los mayas. Era de una gran complejidad, sobre todo si se comparaba con los calendarios de otras civilizaciones antiguas, lo que muestra la importancia que tuvo para las civilizaciones que lo usaron en su vida cotidiana.
Para los mayas el tiempo era cíclico y no lineal, y por lo tanto la historia se repetía en cada ciclo. Una era Maya se estima que duraría unos 5125 años, tras lo cual el ciclo temporal volvía a comenzar. Dentro de ese ciclo, cada día tenía un significado que se podía descifrar gracias al calendario y así actuar en consecuencia.
Siguiendo esto, el calendario intentaba representar estos ciclos históricos y no los ciclos de la luna o del sol, aunque también los tenían en cuenta. Lo principal era tener una herramienta de predicción y adivinación. Cada ciclo se relacionaba con los dioses del panteón maya y la cosmogonía.
Estructura del calendario maya:
La estructura básica del calendario maya constaba de dos calendarios. El primero era el el Tzolkin, que representaba el ciclo sagrado y que estaba formado por 20 períodos de 13 días y el Haab, que representaba el ciclo solar y estaba dividido en 18 períodos de 20 días cada uno más 5 días extras al final para la oración, lo cual daba un total de 365 días.
Ambos calendarios coincidían cada 52 años en lo que se llamaba la rueda calendárica. El significado del día de finalización de este ciclo era muy importante para los mayas y lo celebraban con una ceremonia del fuego nuevo.
Finalmente los mayas definían la llamada Cuenta Larga, que consistía en el conteo de días desde los inicios de los tiempos: el día cero, en el que comenzaba un ciclo hasta el último día del ciclo. Se cree que el contador se pone a cero nuevamente cada 5125 años aproximadamente.
El Tzolkin:
Era el calendario religioso y se usaba para datar los días destinados a ceremonias sagradas. Debido a su carácter sacro, era el que más importancia tenía y regía la organización de gran parte de la vida social maya en religión, agricultura, caza, etc.
El calendario Tzolkin constaba de 260 días divididos en 20 periodos de 13 días cada uno. La forma de identificar el día dentro del calendario Tzolkin era con trece nombres para cada día y veinte nombres para cada periodo, que de podía identificar a un mes. Cada uno de los nombres de estos días estaba asociado a un glifo.
El Haab:
Es conocido como el ciclo solar. Se usaba para datar los días destinados a actividades comunitarias que no tenían el carácter sagrado que hemos mencionado para el calendario Tzolkin.
El calendario Haab estaba dividido en 18 meses, conocidos como uinal, de veinte días cada uno. Al final del Haab había 5 días llamados uayeb, que se consideraban fatales. Esto hacía que el Haab tuviese 365 días, un año solar. Los mayas conocían la diferencia de 6 horas entre el movimiento solar y el año de 365 días, pero no tenía incidencia en el significado adivinatorio de su calendario.
La forma de identificar el día dentro del calendario Haab se hacía mediante un número entre el cero y el diecinueve más el nombre del uinal en el que estaba ese día. Los días del uayeb sólo se identificaban con un número entre el cero y el cuatro.
La rueda calendárica:
Los mayas la conocían como Hunab. Es la combinación secuencial del ciclo Tzolkin con el Haab. Era de gran utilidad para los mayas ya que permitía determinar el paso del tiempo entre varios años del calendario Haab y Tzolkin.
Los mayas construían literalmente una rueda con tres círculos para poder localizar los días en el calendario. El círculo más pequeño estaba conformado por trece números que identificaba los trece días Tzolkin, el círculo mediano por veinte signos de los veinte meses Tzolkin, y el grande por los 365 días del calendario Haab.
La rueda, por lo tanto, podía contabilizar 18.980 días con diferente nombre. Dentro de un Hunab, se distinguían 4 periodos de 13 años que conformaban los 52 años Haab y los 73 Tzolkin. Tras los 18.980 días del ciclo Hunab se celebraba la ceremonia del fuego nuevo.
La cuenta larga:
La cuenta larga o serie inicial tenía la utilidad de poder comparar fechas a más largo plazo. La rueda calendárica se queda corta para poder determinar acontecimientos del pasado. Se cree que el ciclo actual del calendario maya empezó el 13 de agosto de 3.114 a. C.
Para poder utilizar la cuenta larga se hicieron una serie de múltiplos del día maya para poder agrupar periodos largos de tiempo. Son las siguientes:
- Kine = 1 día.
- Uinal (mes) = 20 kines
- Tun = 18 uinales
- Uayeb = 5 días
- Tun + Uayeb = año solar (365 días)
- Katun = 20 Tunes
- Baktun = 20 katunes
Como se puede observar en las equivalencias, el sistema era vigesimal, salvo el caso de los 18 uinales. La fecha se establecía según esta notación:
Según esta notación podríamos establecer equivalencias entre el calendario maya y otros calendarios como el Gregoriano, que es el más usado en la actualidad.
La polemica: El fin del mundo.
Si aceptamos como cierto que la era maya actual se inició el 13 de agosto del 3.114 antes de la era común, sería fácil determinar, gracias a la cuenta larga, cuando se acabará esa era.
No se tiene constancia clara de la razón por la que ese día fue elegido como el día cero de los mayas, ya que la fecha es incluso anterior al uso de ese calendario y de la aparición histórica de la civilización maya.
Según la notación de la cuenta larga, el actual ciclo empezó el 0.0.0.0.0, que equivaldría al 13 de agosto del año 3.114 a. C. La principal teoría acerca del calendario maya establece que el día siguiente al día 12.20.18.20.20 la cuenta vuelve a 0.0.0.0.0. Este día está entre el 21 y el 23 de diciembre de 2012. Hay teorías que creen que el Baktun se reinicia en 20 y no en 13, esto le daría unos 2.700 años más a la era actual.
Las interpretaciones sobre esto han sido diversas, desde las teorías que anuncian la llegada del fin del mundo hasta las que consideran el hecho una casualidad matemática, ese día tenía que llegar al igual que llegó en nuestro calendario el 1 de enero de 2000. La interpretación maya del tiempo cíclico nos diría que comienza un nuevo ciclo. Tendremos que esperar a ese día para ver qué ocurre.
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