“Los Protocolos de los sabios de Sión” fueron publicados en 1905 en Rusia. El autor era Sergei Alexandrovich Nilus (1862-1930). Eran un apéndice en la segunda edición de un libro de Nilus titulado “Lo Grande en lo Pequeño” (Великое в Малом). Nilus explicó que “Los Protocolos” eran auténticos, asegurando que él sólo los había traducido.
Para darle más autenticidad a “Los Protocolos”, se solía relacionar el documento con el acta secreta del Primer Congreso Sionista convocado en Basilea los días 29, 30 y 31 de agosto de 1897 por Theodor Herzl. El movimiento sionista fundado por Herzl pretendía comprar tierras en Israel que, por aquel entonces, estaba bajo control del Imperio Otomano con el nombre de Palestina. Las resoluciones tomadas en el congreso fueron la creación de la Organización Sionista Mundial y la creación de un fondo para comprar las tierras en Israel.
Para darle más autenticidad a “Los Protocolos”, se solía relacionar el documento con el acta secreta del Primer Congreso Sionista convocado en Basilea los días 29, 30 y 31 de agosto de 1897 por Theodor Herzl. El movimiento sionista fundado por Herzl pretendía comprar tierras en Israel que, por aquel entonces, estaba bajo control del Imperio Otomano con el nombre de Palestina. Las resoluciones tomadas en el congreso fueron la creación de la Organización Sionista Mundial y la creación de un fondo para comprar las tierras en Israel.
“Los Protocolos” se estructuran como las actas de 24 sesiones llevadas a cabo por los Sabios de Sión, en las que se muestra a un posible líder judío hablando en primera persona en el que arenga a los judíos para que conspiren para controlar todos los gobiernos del mundo, destruir la civilización cristiana y convertirse en amos de la tierra. “Los Protocolos” enumeran las tácticas que se debían emplear para alcanzar dichos objetivos, entre las que estaba el uso de la francmasonería o la creación del parlamentarismo liberal para confudir a los ciudadanos de las naciones cristianas. Esta era la base de la famosa conjura judeo-masónica La idea de una conjura judía había estado presente en Europa desde la Edad Media, aunque esta era la primera vez que se otorgaba a una organización el carácter de conspiradora a nivel mundial.
Un protocolo de tales características debería estar configurado como el acta de una sesión de tal organización, con multitud de detalles sobre los partícipes y el turno de intervenciones y las horas exactas de dichas intervenciones. Sin embargo, el documento no es más que un monólogo firmado por los representantes de Sión del Grado 33. Pero nunca se ha demostrado la existencia de tales representantes de Sión ni de organización alguna conocida como Sabios de Sión o Ancianos de Sión.
Tras la publicación de “Los Protocolos”, el texto fue utilizado en la Rusia Imperial para fomentar el odio hacia los judíos. Se dice que uno de los objetivos de dicha utilización era socavar el prestigio del Conde Witte, ministro judío del régimen del Zar, que pretendía introducir en Rusia el sistema monetario del patrón-oro para acercarse más a las potencias occidentales y atraer inversión extranjera de Francia y Reino Unido principalmente. Esto al parecer no gustaba a varios sectores antisemitas y germanófilos de las altas esferas rusas que no veían con buenos ojos una medida que mejoraría las condiciones de los comerciantes rusos de las ciudades más cosmopolitas como San Petersburgo, que casualmente tenía en sí una importante comunidad judía.
En 1921 Philip Graves, un miembro de la redacción del diario Times de Londres, encontró en Estambul una copia de un libro en francés titulado "Diálogos en los Infiernos entre Maquiavelo y Montesquieu". El libro, de Maurice Joly, estaba datado en 1858 y consistía en un diálogo entre Montesquieu y Maquiavelo, en el que el primero atacaba a Napoleón III mientras Maquiavelo hacía de abogado del diablo. Graves comparó “Los Protocolos” con el libro y se dio cuenta que había párrafos enteros copiados literalmente. En realidad lo que había hecho Nilus era adaptar el diálogo para convertirlo en un monólogo, cambiando la figura de Napoleón III por una conspiración judeo-masónica.
El movimiento antisemita, sin embargo, continúa afirmando que “Los Protocolos” son auténticos. El propio Hitler los usó como justificación para su política contra los judíos, inspirando ciertos comentario que realizó en "Mein Kampf". Henry Ford también pareció haber considerado ciertos “Los Protocolos”, financiando proyectos que se encargaban de advertir al mundo del peligro judío. Aunque Ford aclaró posteriormente su antipatía por el régimen de Hitler a pesar de que éste utilizó las publicaciones de Ford como justificación a algunas de sus políticas.
Hoy en día, además de los movimientos de ultraderecha, está siendo usado por los movimientos islámicos antisemitas para justificar sus acciones contra los ciudadanos de Israel en nombre de la autodefensa ante un supuesto plan judío de conquistar el mundo y destruir el Islam.
A pesar de todos los que apoyan la veracidad de “Los Protocolos”, se considera uno de los mayores fraudes literarios de todos los tiempos.
Comentarios
Supongo que este tipo de hechos siempre se esgrimen para jugar con el miedo colectivo y favorecer una serie de intereses. Hoy en día se hacen cosas similares. Recordemos el reciente ejemplo de las "armas de destrucción masiva" en Iraq, o las anulaciones de vuelos británicos y norteamericanos ante la sospecha de que un pasajero lleve productos químicos en su bolsa de viaje. Después, aunque se demuestre que los argumentos eran falsos, lo importante es que se cumplió el objetivo, atemorizar a la población para que deleguen su "voluntad" en los que les van a proteger de ese peligro.
les dejo un link para comprar el libro a un precio muy económico como para regalar y difundir, que además trae como introducción muy buenos trabajos sobre el tema:
http://www.libreria-argentina.com.ar/libros/protocolos_sabios_sion.htm
Saludos
Barosnoth
http://www.libreria-argentina.com.ar/
La política internacional de finales del siglo XIX ha cambiado mucho desde entonces. El Gran Israel que pronosticaban se ha visto reducido a la mitad del territorio, dentro de un entorno hostil hacia ellos. Los judíos fueron casi totalmente exterminados en Europa Central y han perdido influencia en Estados donde siempre tuvieron cierta importancia como Rusia, Reino Unido y Países Bajos.
En los protocolos se comentan instrumentos de Política Económica que llevan casi un siglo sin utilizarse, impidiendo por tanto su utilización. Hoy en día, por ejemplo, si se retirara el oro de los mercados internacionales, no tendría practicamente ningún efecto sobre la Economía Internacional. Por no decir, que nunca se produjo tal situación.
Reto al señor Barosnoth a que nos muestre aquellos puntos que se cumplen "al pie de la letra" y, por favor, que nos diga cuál es el rey de Israel que mencionan los protocolos "al pie de la letra".
Por cierto, está muy bien eso de hacer publicidad para ganar dinero, pero como esta es una página gratuita, os diría que encontraréis en la Internet millones de artículos sobre los Protocolos, desde páginas neonazis, antisionistas, proislámicas, etc. No sólo la versión "oficial de los medios controlados por la conjura judeo-masónica comunista", y totalmente gratis.
Destruccion del cristianismo: la gran inmmigracion que viene de toda africa que son musulmanes.
Controlar los gobiernos: el presidente mundial de la bolsa es judio, el presidente de la mayor cadena de television es judio, los 100 primeros mas ricos del mundo son judios.
Y por ultimo el que keda por ver aunque ya estamos a punto: controlar a la sociedad mediante el engaño y ser esclavos indirectamente (trabajos basura sueldos medianamente bien para no kejarnos y los jovenes aprendiendo a cobrar una mierda y ser quasiesclavos.
no creo que hagan falta mas ejemplos, si no lo veis... no os lo are ver, cuidaros.
Entre los 100 hombres más ricos del mundo, la mayoría NO son judíos, son de otras confesiones o de ninguna en particular.
Lista de los más ricos
Como se puede ver hay católicos, protestantes, budistas, musulmanes y de todas las etnias diferentes. Aunque claro, ahora se dirá que la revista Forbes está controlada por un judío y es mentira que Amancio Ortega o el príncipe de Arabia sean ricos, pero claro, qué se le va a hacer.
No existe eso llamado Presidente Mundial de la Bolsa, así que difícilmente puede ser judío alguien que no existe.
El presidente de los EE. UU., del Reino Unido, de Alemania, de Japón, Francia, Italia, España, Canadá, Australia, China, Rusia, es decir, de las principales potencias económicas y militares del planeta, no son judíos.
La población judía en Europa Occidental, China y Japón, no sólo es escasa, sino que apenas tiene influencia, suponiendo las dos terceras partes de la economía y poder político y empresarial del planeta.
El único país importante donde los judíos tienen una cierta relevancia es EE.UU.
Así que, ¿conspiración? Por qué no, pero claro, no hay ninguna evidencia de ello.