El bíblico rey de Judea, Herodes I el Grande, parece que ha sido descubierto, al menos los restos de su sepulcro. Al parecer se ha encontrado en la región de Herodium, cerca de Jerusalén por arqueólogos de la Universidad Hebrea de Jerusalén.
La historia cuenta que Herodes fue nombrado rey de los judíos a instancias de la autoridad de Roma a pesar de que su familia no era judía. Era rey e hijo de Idumea y se convirtió al judaismo. La otra historia, la evangélica, cuenta que Herodes ordenó matar a todos los niños varones de Belén, para evitar que se cumpliera la profecía de la llegada del Rey de los Judíos.
El hallazgo arqueológico ha sido llevado a cabo por Ehud Netzer, el mismo arqueólogo que ponía en cuestión el hecho de la matanza de los Santos Inocentes por parte de Herodes, ya que según sus teorías, el rey murió en torno al año 4 antes de nuestra era, y no ocho o nueve años más tarde cuando está comúnmente aceptado.
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