La Materia de Bretaña, el Ciclo Bretón o Materia Artúrica se trata de un conjunto de relatos, en verso primero y en prosa después, escritos en diferentes lenguas y que se desarrollaron en la Edad Media y que narraban hechos caballerescos y amorosos situados en la Bretaña medieval (tanto la insular como la continental). Eran relatos relacionados con la vida y hazañas del rey Arturo y de sus caballeros de la Mesa Redonda (Tabla en castellano, debido a que los primeros relatos que llegaron a Castilla procedían de Francia).
No se conoce la existencia de un Arturo real en Bretaña. Parece ser que existió en torno al año 800 un dux bellorum llamado Arthur, y que se trataba de un general de origen romano que luchó contra los sajones. También podría tratarse de un prefecto romano de la época de Adriano llamado Lucios Artorius Castos, que mandó sobre la VI legión que acampaba cerca de York. Aunque muchas de estas versiones han sido creadas por autores literarios con o sin base en textos más antiguos.
Las primeras referencias sobre Arturo se podían encontrar en fuentes galesas como el poema Y Gododdin (hacia el año 600), atribuído al bardo Aneirin, aunque realmente el poema data del siglo X. También fuentes galesas eran el Libro Negro de Camarthen y los Despojos de Annwn pertenciente al Libro de Taliesin. Estos poemas galeses muestran un Arturo más despiadado que fuentes posteriores, y su reino es situado en Celliwig y no en Camelot.
También se menciona a Arturo en historias escritas en latín de los siglos noveno y décimo y en cuentos sobre historias galesas en la colección de El Mabinogion (hacia 1100). En uno de estos cuentos la mujer de Arturo, Ginebra, y sus caballeros Kay, Bedivere, y Gawain hicieron su aparición en los textos artúricos.
La siguiente referencia a las narraciones del ciclo artúrico, y que expandió la leyenda por Europa Occidental, la encontramos con la aparición de la Historia regum Britanniae de Geoffrey de Monmouth en 1135. Este autor normando trató de dotar a los britanos de un pasado glorioso y de un caudillo similar al de otros pueblos para contrarrestar las ricas tradiciones heroicas de los invasores procedentes de la Normandía francesa que por aquel entonces gobernaban en Gran Bretaña. Aquí Arturo es identificado como el hijo del rey de los britanos Uther Pendragon. En este relato también aparece Merlín como consejero de Uther. La historia también menciona la isla de Avalón, donde Arturo fue a recuperarse de las mortales heridas que le causó Mordred en la última batalla, y la corte de Caerlon. También contaba la traición de Mordred y la infedelidad de Ginebra.
Todos los últimos desarrollos de la leyenda artúrica están basados en los trabajos de Geoffrey de Monmouth. Así, la primera historia inglesa acerca de Arturo esta en la obra del poeta Layamon Roman de Brut (1205), que no era más que una versión inglesa de la obra de Geoffrey. En ella, Arturo es descrito como un guerrero a escala épica. También apareció la leyenda de la espada incrustada en una roca y la leyenda de Excalibur.
En Europa la Materia de Bretaña se desarrolló como una historia basada en las antiguas tradiciones celtas, y así fue considerada por todo el continente. Los relatos artúricos franceses más viejos son una serie de poemas del siglo XII escritos por Chrétien de Troyes. Chrétien elaboró el Cuento del Grial, considerado el cenit de los mitos cristianos de la Edad Media, con lo que se le daba a toda la Materia un marcado carácter cristiano. Uno de estos relatos incluye por primera vez a Lancelot, el caballero principal de Arturo y su mayor rival a la hora de conseguir el amor de Ginebra. Otro poema trata sobre Percival y su búsqueda del Grial, que desde entonces en adelante fue considerado como un tema principal del ciclo artúrico. El trabajo de Chrétien ha tenido gran influencia en los siguientes relatos sobre la Materia, en especial en las versiones germanas.
Los poemas ingleses datan de los siglos XIII y XIV y tratan de la vida de caballeros individuales como Percival y Galahad, y el resto de los caballeros que fueron en busca del Santo Grial, en especial Gawain. La culminación de estos relatos ingleses la encontramos en un poema anónimo que contaba la historia de la lucha entre sir Gawain y el Caballero Verde (hacia 1370). Mucha de estas obras fueron reeditadas en prosa por el escritor inglés sir Thomas Mallory en su obra Muerte de Arturo (Morte d'Arthur) (1485).
No se conoce la existencia de un Arturo real en Bretaña. Parece ser que existió en torno al año 800 un dux bellorum llamado Arthur, y que se trataba de un general de origen romano que luchó contra los sajones. También podría tratarse de un prefecto romano de la época de Adriano llamado Lucios Artorius Castos, que mandó sobre la VI legión que acampaba cerca de York. Aunque muchas de estas versiones han sido creadas por autores literarios con o sin base en textos más antiguos.
Las primeras referencias sobre Arturo se podían encontrar en fuentes galesas como el poema Y Gododdin (hacia el año 600), atribuído al bardo Aneirin, aunque realmente el poema data del siglo X. También fuentes galesas eran el Libro Negro de Camarthen y los Despojos de Annwn pertenciente al Libro de Taliesin. Estos poemas galeses muestran un Arturo más despiadado que fuentes posteriores, y su reino es situado en Celliwig y no en Camelot.
También se menciona a Arturo en historias escritas en latín de los siglos noveno y décimo y en cuentos sobre historias galesas en la colección de El Mabinogion (hacia 1100). En uno de estos cuentos la mujer de Arturo, Ginebra, y sus caballeros Kay, Bedivere, y Gawain hicieron su aparición en los textos artúricos.
La siguiente referencia a las narraciones del ciclo artúrico, y que expandió la leyenda por Europa Occidental, la encontramos con la aparición de la Historia regum Britanniae de Geoffrey de Monmouth en 1135. Este autor normando trató de dotar a los britanos de un pasado glorioso y de un caudillo similar al de otros pueblos para contrarrestar las ricas tradiciones heroicas de los invasores procedentes de la Normandía francesa que por aquel entonces gobernaban en Gran Bretaña. Aquí Arturo es identificado como el hijo del rey de los britanos Uther Pendragon. En este relato también aparece Merlín como consejero de Uther. La historia también menciona la isla de Avalón, donde Arturo fue a recuperarse de las mortales heridas que le causó Mordred en la última batalla, y la corte de Caerlon. También contaba la traición de Mordred y la infedelidad de Ginebra.
Todos los últimos desarrollos de la leyenda artúrica están basados en los trabajos de Geoffrey de Monmouth. Así, la primera historia inglesa acerca de Arturo esta en la obra del poeta Layamon Roman de Brut (1205), que no era más que una versión inglesa de la obra de Geoffrey. En ella, Arturo es descrito como un guerrero a escala épica. También apareció la leyenda de la espada incrustada en una roca y la leyenda de Excalibur.
En Europa la Materia de Bretaña se desarrolló como una historia basada en las antiguas tradiciones celtas, y así fue considerada por todo el continente. Los relatos artúricos franceses más viejos son una serie de poemas del siglo XII escritos por Chrétien de Troyes. Chrétien elaboró el Cuento del Grial, considerado el cenit de los mitos cristianos de la Edad Media, con lo que se le daba a toda la Materia un marcado carácter cristiano. Uno de estos relatos incluye por primera vez a Lancelot, el caballero principal de Arturo y su mayor rival a la hora de conseguir el amor de Ginebra. Otro poema trata sobre Percival y su búsqueda del Grial, que desde entonces en adelante fue considerado como un tema principal del ciclo artúrico. El trabajo de Chrétien ha tenido gran influencia en los siguientes relatos sobre la Materia, en especial en las versiones germanas.
Los poemas ingleses datan de los siglos XIII y XIV y tratan de la vida de caballeros individuales como Percival y Galahad, y el resto de los caballeros que fueron en busca del Santo Grial, en especial Gawain. La culminación de estos relatos ingleses la encontramos en un poema anónimo que contaba la historia de la lucha entre sir Gawain y el Caballero Verde (hacia 1370). Mucha de estas obras fueron reeditadas en prosa por el escritor inglés sir Thomas Mallory en su obra Muerte de Arturo (Morte d'Arthur) (1485).
Otros muchos escritores han adaptado las historias de Arturo y sus caballeros dentro del fantástico reino de Camelot en textos contemporáneos.
Pero la principal fuente que se suele estudiar se encuentra en la obra elaborada entre 1215 y 1230, en la que se redactó una gran compilación centrada en el tema del Grial, que supuso una de las más extensas manifestaciones de la materia de Bretaña.
Esta compilación tiene varios nombres: Gran San Grial, Lancelot-Grial, Vulgata. Estaba constituida por cinco novelas enlazadas:
1. La Historia del Santo Grial.
2. El Merlín.
3. El Lancelot.
4. La demanda del Grial.
5. La muerte de Arturo.
La Materia de Bretaña son relatos con mucha influencia cristiana (búsqueda del Santo Grial, la actitud monacal de los caballeros, etc.), debido a la época en la que surgió, en plenas cruzadas. Pero al ser relatos originados en la antigua Céltica, guardan mucha relación con la mitología céltica. Merlín tenía todas las características de un druida, ya que hablaba con los antiguos dioses de la religión pagana (celta), dominaba los artes de la magia, curaba, aconsejaba a los reyes... También se puede considerar celta la alusión continua al número tres, número mágico de los celtas asociado con el sol, al que representaban con un Trísquel (una especie de esvástica pero de tres brazos. Tres eran las veces que tuvo que sacar la espada de una piedra Arturo para ser considerado rey; tres eran las veces que tuvo que ir sir Bevidere al lago para deshacerse de Excalibur; tres eran las damas de negro que transportaron a Arturo hasta Avalon, tres eran las veces que intentó seducir la mujer de Bercilak a Gawain; etc. La última influencia celta clara es el propio Grial, que aunque está claro que se refiere a la copa que sirvió a Jesús para impartir la Última Cena, no deja de mostrarse en ocasiones como el caldero de la abundancia celta, que permite saciar de alimentos a los caballeros, y regenerar el alma de Galahad.
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